En este largo fin de semana, han sido dos días los que he aprovechado para ir al campo con dos excusas distintas.
El sábado por la tarde despues de que él saliera de trabajar, a eso de las 4 de la tarde, nos fuimos pitando con la comida sin reposar a ver si probabamos suerte con los últimos señuelos adquiridos. La verdad es que la tarde dio para poco porque a poco que nos dimos cuneta estabamos sin luz. Yo la verdad que si no fuera por el susto que me dio un buen lucio que se acercó a la orilla para ver mi spinner, es que ni me en tero de que allí había pescado. Sin embargo mi Javi hoy me llevaba la delantera desde el principio. Varias picadas con el cangrejo "invencible", y un buen bass con la lombriz que estaba estrenando. Lo malo es que en la pose para la foto, el cetránquido decidió irse a su lugar de origen. La noche nos sorprendió y a duras penas pudimos salir del "rinconcito" donde nos habiamos metido.
El segundo día de campo ya fué de otra manera, y es que un perolete con tu familia no se puede desprovechar. A la hora de volvernos para Córdoba, le dije a Vanesa que nos ibamos a parar un momento para ver como estaba de nivel el embalse de Guadanuño. Mi decepción fué tremenda, y es que con lo bonito que es este paraje ya hemos llegado a destrozarlo. Y digo "hemos" refiriendome a este colectivo en el que me incluyo como es el de "los pescadores".
¡¡SEÑORES, ¿QUE TRABAJO CUESTA RECOGER LO QUE TRAEMOS?!!.
¿QUE GANAMOS DEJANDO EN EL SUELO LA LATITA DE MAIZ O LA CAJITA DE LA RAPALA?
¡¡YA ESTÁ BIEN!!
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