domingo, 27 de noviembre de 2011

Kedada luciera

Después de la jornada truchera, tenía pendiente una quedada peskera con los amigos de Peskacor. En esta ocasión le tocaba al Lucio ser la especie a la cual ibamos a tratar de pescar.



Apenas había amamecido cuando los 7 estabamos a pie de orilla en un embalse en el que predominan los grandes ejemplares del "esox lucius".


















El lucio es, de todas las especies, el que demuestra más actividad con la temperatura del agua que tienen nuestros embalses a esta altura del año. El lucio eurpeo es un depredador que se alimenta de peces de todas las especies y de cangrejos; pueden comer alevines de su misma especie. Sapos, aves y pequeños mamíferos también pertenecen a su espectro de presa. Donde se encuentra el alburno, suele ser este el primer plato de los depredadores, ya que está considerado como pez pasto y ha sido introducido en nuestras aguas con este fin.



Pues bien, esto es lo que tenemos que analizar a la hora de elegir nestro señuelo. Debemos de usar artificiales que imiten lo máximo posible al menú de nuestro "amigo". Entre otros usamos la "XRAP"" de 13cm. alternandola con otro señuelo perfecto para el lucio: el "pikie".






Este último, para mi gusto, es uno de mis favoritos por varias razones:



- La amplia gama de colores disponibles imitando a cualquier especie que el lucio puede tener en su dieta.


- Su comportamiento en el agua es fantastico, al estar plomados nos permiten trabajar cualquier capa de agua, y su movimiento es genial.

- Al tener un solo anzuelo colocado en la parte superior en lugar de poteras colgando, disminuye la posibilidad de enganches.


- Su bajo precio, alrededor de 2€, hace qe no nos duela tanto el bolsillo en caso de enganche. Al contrario que pasaría en caso de que fuera una rapala.


- Debido a su unico anzuelo, la operación de desanzuelado es mucho más sencilla. Algo que es de agradecer ante semejante dentadura, y evitando también así hacerle más daño al pez.



El día no fué todo lo fructifero de lo esperado en cuanto a pesca, pero por lo menos tuvimos la oprtunidad de conversar unos con otros, compartir experiencias, opiniones y enrearnos para otra...
























domingo, 13 de noviembre de 2011

Un día en Peralta

Como ya es constumbre, una o dos veces al año, los amigos del "club pesca mambruses" organizamos una jornada de pesca de truchas que suelen ser una vez acabada la temporada de basses, ya que es la especie a la que más tiempo dedicamos. En esta ocasión y tras descartar un par de destinos, nos decantamos por el coto intensivo de Peralta, ubicado en la Sierra del Pozo, en el extremo sur del Parque Natural de Cazorla, Segura y las Villas, en la localidad jienense de Pozo Alcón.

La distancia hasta nuestro destino no era corta, lo que nos obligó a madrugar bastante para poder llegar a la hora prevista. Dos horas y media mas tarde, y tras un buen desayuno, empezamos a montar los aparejos.





Aunque llevabamos equipos de mosca y spinning, nos decantamos por estos últimos debido al poco espacio para poder efectuar los lances con la cola de rata.

Para tentar a las salmónidas, cucharillas de pequeño tamaño con colores atrallentes y por supuesto mi caja de moscas por si fuera necesario, montadas con un buldó
.



Una vez preparados, pusimos rmbo al río. Junto a él, un paraje precioso...










Y el río, espectacular...





Aguas cristalinas, pozas enormes, represas formadas por troncos caidos, y multitud de coberturas escondían a nuestras "adversarias".



Tras una primera toma de contacto con el Guadalentín, y sacar la primera arco iris cada uno, fuimos poco a poco empapandonos de este río, mientras tanto el ir y venir de pescadores era incesante. La mayoría se quejaban (como viene a ser normal en todos los intensivos que conozco) de la ausencia de truchas y de que las pocas que se dejaban ver era imposible "engañarlas". El río fué repoblado el día anterior, y aunque es verdad que no se veían como suele ser común en otros cotos, es muy normal que no estén al alcance de nuestra vista. Este río tiene un cauce ancho con muchas coberturas, que las truchas utilizan para esconderse, bajo mi punto de vista, solo saldrán cuando haya algo que les motive a hacerlo. En cuanto a lo dificil de las capturas, los peces recien repoblados son faciles de capturar, ya que su instinto está bastante atrofiado. Claro que esto cambia en el momento que la trucha permanece en el río varios días a lo que poco a poco su instinto va resurgiendo. Es entonces cuando empieza ser más atractiva su pesca, por lo menos para mí.

















Entre tanto, nosotros segimos a lo nuestro, pasando un buen día entre amigos, disfrutando del entorno y por supuesto de la pesca.



























La mayor sorpresa que tuve este día fué el encuentro fortuito con una preciosa trucha común de unos 40cm, la que solo me permitió cazarla con la vista, a pesar de ello, fué un gran regalo para un magnífico día.