lunes, 12 de marzo de 2012

Primera tarde en Vadomojón

El pasado Domingo era la típica tarde tonta de fin de semana en la que no haces ningún plan porque el intenso trasiego de la semana te nubla tanto la mente que sólo piensas en relajarte y quedarte absorto dando cabezazos en el sofá,hipnotizado con el soniquete de fondo de la caja tonta. Pero no podía permitirlo, ¿cómo no disfrutar de alguna manera un día tan espléndido de esta seca y adelantada primavera? Así pues, me dispuse rápidamente a coger los arreos y viajé desde Cabra a Albendín a mojar por primera vez mis señuelos en esta temporada de Bass. Sin pretensión ninguna de obtener una buena jornada, simplemente pensando en ver cómo estaba el pantano este año, disfrutar de la naturaleza y probar cómo se movían algunos vinilos adquiridos pocos días antes me dispuse a realizar los primeros lances.
Calor, demasiado para esta época; sequía, inmensa polvareda en caminos; colores pajizos más propios del mes de Junio y... muy, muy poca actividad, ni un atisbo de vida acuática que despertara vagamente el letargo de la laguna.
Cuchicheos no muy lejanos de algún macho de perdiz, mostrando firme defensa de su emplazamiento y como no, de su compañera, que en breves semanas, si ya alguna no lo está haciendo, guardará y cobijará celosamente a su ansiada prole, que a mediados de Mayo más o menos romperán el cascarón y darán sentido a todo el instinto despertado meses atrás.
Como gran aficionado a la" caza del reclamo" el que ningún bass hubiese mordido alguno de los vinilos con los que estaba probando suerte era lo de menos, el hilo musical de este bravo macho me traía muy buenos recuerdos de lances no muy lejanos y solo pensaba en desearle suerte en su lucha con la vida.
El horizonte ya enrojecía, así que dí media vuelta rumbo al coche pensando en disparar los últimos cartuchos no muy lejos del mismo, con el ánimo de probar una llamativa rapala de colores fluorescentes en un fondo rocoso y profundo que había visto justo a mi llegada. Primer intento fallido, no obstante, vi seguirla a un cuarterón, primer bass que divisé en toda la tarde aun llevando las lentes polarizadas. Segundo intento apuntando a una pequeña ramita que asomaba y... ¡ZAS!, enganche.¡Qué pena!, pensé, con lo atractiva que es la rapala y los cuartos que me he gastao en la joía, ahora que me iba para casa... me quedo sin ella. Levantando la caña y sin notar ningún cabeceo veo justo al borde de la ramita más o menos a un metro de profundidad un panderetón verde y brillante que me puso el corazón al borde de la taquicardia. Sí, ahora sí que noté los cabeceos y tirones del espectacular animal buscando su huida y refugio natural. Otro par de salidas a superficie a la desesperada buscando en sus saltos aflojar la tensión de aquel maldito señuelo que le había prendido y entonces me dí cuenta que estaba muy bien clavado, que era difícil que me ganara la batalla.
Tras cuatro o cinco minutos conseguí acercarlo a la orilla, lo cogí por la parte inferior de la boca y...¡UFF!, respiré hondo. -Ya eres mía, preciosa, le dije. Ven, que nos vamos a fotografiar juntos, será solo un momento -. Y tras inmortalizar este maravilloso encuentro procedí a devolverlo a su hábitat, a su territorio, probablemente ya a su "nido", donde cuando llegue el momento soltará las huevas que en lo sucesivo mantendrán acorde y en plena armonía la cadena biológica de este maravilloso ecosistema, como debe ser.
Menos mal que han admitido el monumental error y se está dando marcha atrás a este incomprensible Decreto de exclusión a las especies foráneas, ¡por Dios, foráneas!, si llevan más años aquí de lo que a nosotros la memoria nos alcanza y todos sabemos que son eslabones básicos y necesarios para mantener el equilibrio de nuestras aguas, pero claro, esto a lo mejor se le escapa a señores/as que enterrados en circulares en sus despachos a lo mejor solo han visitado un humedal comiéndose un espeto de sardinas en La Carihuela. Yo lo estaba pasando tan mal que de los nervios todos los peces se me escapaban de las manos con tan mala suerte que iban a caer justo al agua otra vez, vaya un tío torpe. Ahora ya más sereno los suelto como es debido.

Hasta otra, compañeros/as.

PD: No sé lo que pesa porque no llevaba peso, es lo primero que compraré e incorporaré a mi equipo para la próxima salida. Calculo que pasaba sobradamente los 2 Kilos, el pico siempre quedará para la duda.





Escrito por: Juan Reyes








2 comentarios:

Manuel Sáez dijo...

Mi más sincera enhorabuena por el "peaso de bicho" con el que estrenas temporada y por tu estreno en el blog. Preciosa crónica, deleitandonos con tu pincelada de tu otra pasión. de verdad, Juan, me alegra mucho tener un relato tuyo por aquí y espero que no sea el último.

Miguel-Peskacor dijo...

Vaya bocazas bueno...impresionante su tamaño!! Mi más sincera enhorabuena Juan, porque uno de estos no se coge todos los días.
Respecto al RD de especies exóticas invasoras, creo que hay que leerse bien la rectificación parcial que han hecho recientemente del mismo, puesto que tengo entendido que con el black bass y el lucio, entre otros, las cosas no han cambiado en absoluto. No obstante, lo que sé es de odias, más concretamente de este enlace http://www.marca.com/blogs/cuaderno-pesca/2012/03/23/truchas-si-cangrejos-no-de-momento-el.html

Manuel, ¡¡ a ver si te animas y sacas tiempo que tenemos que salir a pescar!!

Saludos