Son las 4:30h de un miercoles cualquiera, mi hija me ha despertado hace más de una hora y no consigo otra cosa mas que dar vueltas en la cama, y a la cabeza. No se como he llegado hasta empezar a pensar en la pesca y en como la he vivido hasta ahora, y tampoco se que hago delante del ordenador a estas horas. Lo único que tengo claro es que a las 7:30h me voy a arrepentir. Bueno, he mentido, si se lo que hago delante del ordenador, y es que si algo he aprendido desde que empecé con el blog, es a que la inspiración para escribir llega cuando menos te lo esperas y hay que aprovecharla.
Pues bien, el motivo de esta entrada no es, por supuesto, ninguna gran peskata en la playa, ni haber capturado un buen "tarugo", ni tan siquiera haber echado un día en el campo. Como bien dice el título, hasta aqui puedo escribir, y me explico. Las circunstancias van cambiando y hay que dejarse llevar, y mi vida personal ha cambiado, pero mucho, espero a mejor. Esas circunstancias hacen que las prioridades cambien, y se pospongan unas cosas a otras. Aunque la pesca seguirá siendo mi hobby favorito, mi método de escape y mi terapia favorita para desconectar de todo, se que a partir de ahora va a pasar a un segundo plano, y mucho más si hablamos de dedicarle tiempo a narrar lo acontecido de cada jornada. Así que, después de darle muchas vueltas, he decidido escribir mi última entrada en este blog, que no se merece estar abandonado sin un cierre.
Estará aquí, para poder recordar la pasión que un día me hizo abrirlo y contar, fin de semana tras fin de semana lo que a píe de embalse me sucedia.
Todavía recuerdo como lo empecé, siguiendo a los que hoy considero amigos y que son culpables de mis comienzos: Luis Guerrero, Javi Mateos, Juan Alfonso Y Miguel (ambos de PESKACOR). Gracias chavales porque un día fuisteis mi inspiración.
En fin, no se como terminar esto asi que solo diré...
NOS VEMOS EN LA ORILLA...
